El escenario elegido fue el Mobil World Congress de Barcelona. Allí, Roborace presentó oficialmente al primer coche de carreras eléctrico sin conductor. Un paso más en el ambicioso proyecto de sacar adelante una competición oficial de carreras sin pilotos, el 'Robocar'.

Suena a ciencia ficción pero no lo es. Daniel Simon, jefe de diseño de Roborace, lleva años trabajando en un coche que finalmente ve la luz. Un automóvil que puede alcanzar velocidades cercanas a los 320 kilómetros por hora.

En todo esto entra en juego un término muy recurrente en los últimos años, "Inteligencia Artificial". El coche será conducido por sí mismo gracias a multitud de sensores, cámaras y radares de posicionamiento coordinados por un software, el Nvidia Drive PX2.

Simon puso en valor en la presentación, la evolución de la Inteligencia Artificial. "Roborace abre una nueva dimensión. El automovilismo como lo conocemos se encuentra con el imparable ascenso de la IA (Inteligencia Artificial)", declaraba.

No están solos en esta apuesta. Una marca histórica de neumáticos, Michelín, ha decidido embarcarse con ellos en este proyecto, convirtiéndose en el socio oficial de la Roborace.

De la mano de la Fórmula E, la otra gran apuesta eléctrica en el mundo del automovilismo, Roborace quiere romper con lo establecido en el mundo del motor y cambiar las carreras, tal y como las conocíamos.